RETO 1: “Querido pasado…”
RELATO 1: Has recibido una carta de tu yo del futuro, que te escribe de aquí a 30 años. ¿Qué te dirá? (no deberías darte los números de lotería, que ya hemos visto en el cine cómo acaba eso).
Llego al atardecer, pase tres días fuera de casa, ahora solo
quiero descansar; abro la pesada y vieja puerta de madera, debería ir a recoger
a mis gatos con la vecina, pero los sobres atorados en el borde de la puerta
caen al suelo y los recojo notando que hay algo diferente.
Bueno, puedo recogerlos mañana en la mañana, suenan las
notificaciones de texto de mi teléfono, pero primero reviso el correo, será rápido,
normalmente no recibo correo, más allá de facturas y recibos; pero el día de
hoy recibí un bonito sobre rojo que parecía papel de origami con extraños
decorados en colores metalizados, el sobre en cuestión tenía mi dirección impresa
en letras doradas, con mi nombre y ¿la fecha y hora de entrega?
Inicialmente pensé que era un evento, alguna boda temática,
pero ningún amigo o familiar ha anunciado compromiso y la verdad es que no
tengo mucho de ninguno de los dos para no enterarme hasta que se envían las
invitaciones.
Así que mientras entro a casa y dejo mi bolsa sobre la mesa
del comedor, reviso el sobre y lo abro con cuidado, es demasiado bonito…
Si soy esa clase de nerd de papelería que guarda “basura
bonita” para hacer journaling.
Oigo una notificación de mi teléfono, pero lo ignoro, estoy mas
curiosa por el sobre en mis manos.
No sé que esperaba, pero lo único que hay adentro del sobre
son tres cartas del tarot, ni siquiera son de una misma baraja, los estilos de
dibujo y el tamaño de cada una es distinto. Atrás de cada carta hay unas palabras
escritas con marcador.
Suena mi teléfono dos veces, pero lo ignoro, mientras veo
que hay en cada carta.
EL SOL, la más pequeña de las cartas, parecía un tarot clásico
y algo barato, el papel desprendía un aroma a perfume de fresas y era ridículamente
dulce, muy empalagoso para mi gusto. Al reverso tenía escrito simplemente con
marcador rojo encima: “mátalo”
La luz del sol afuera empieza a bajar dejando la habitación en
penumbras, voy a encender la luz, solo hay una misera ventana en la sala y siempre
está muy oscuro aquí, mas notificaciones de mensajes suenan en mi teléfono, vaya
que hoy soy popular.
Pero puedo ver mi teléfono más tarde, la siguiente carta
llama más mi atención.
El HERMITAÑO, una carta bastante artística que parece pintada
a mano con óleo, tiene una textura rugosa y huele a rosas frescas y petricor
primaveral, es casi del tamaño del sobre, la parte de atrás solo reza: “Besar,
pero no confiar”
No puede evitar una sonrisa de burla con ese.
EL AS DE COPAS: No tan grande como “el hermitaño” pero si
mas gruesa, la calidad de la cartulina era mucho mejor, los dibujos eran mas
minimalistas y de color plata sobre un fondo negro, irónicamente el papel
desprende un olor a carbón. Muy elegante. Pero al voltearla y leer en mensaje sentí
que la boca se me había secado. Decía en letras mayúsculas, grandes y de un
rojo brillante: “¡¡ENCUENTRALE!!”
Dejo las cartas aun lado y revise el sobre, lo abro un poco
para ver si hay algo mas adentro y me sorprendo al ver que hay algo escrito en
el interior, solo hay un par de líneas en tinta blanca que dicen:
“PASE LO QUE PASE,
ESTA NOCHE NO MIRES A LA LUNA”
Bajo el sobre a la mesa, y se siento en el sofá agotada. No
tengo idea que clase de broma de mal gus…
Mi teléfono empieza sonar como loco con notificaciones de
mensajes, lo tomo y todo el mundo esta mandando mensajes por todos lados,
siento mi pecho más pesado, que se me va el aire y un picor en la garganta
reseca cuando veo que todos los mensajes dicen cosas como:
“Mira que luna tan hermosa hay hoy”
“Hija ¿Ya saliste a ver la luna? Esta preciosa”
“Sál a ver la luna!!”
“Es una noche hermosa, hay que salir a ver la luna”
Me contengo de girar mi cabeza hacia la ventana, pero puedo
escuchar claramente los pasos de otras personas en la calle y sus voces, como
su un enorme grupo se reuniera en las calles.
Hay muchos gritos de:
“¡SALGAN A VER LA LUNA!”
“MIRA ESA LUNA”
Me quedo sentada en el sofá, y los mensajes siguen llegando
como una oleada de spam lunar, y unos golpes se oyen en mi puerta principal,
solo oigo una voz que grita.
“¡Oye vecina! ¡¿Ya saliste a ver la luna?!”
¿Qué carajos…?
.
.
.
30 años en el futuro
Miro con cuidado como Carah desliza su elegante mano sobre
el papel rojo, sus dibujos son hermosos para el ojo inexperto, pero yo veo un
perfecto hechizo rompetiempos sobre el papel, ya es prácticamente imposible
dibujar ese hechizo en una gran escala o en una persona, pero en objetos
pequeños es posible… pero solo con una mano talentosa y entrenada, y aun así el
porcentaje de lograr su cometido es bajo, demasiados materiales y energía.
Pero con todo en riesgo, vale la pena intentarlo, vale la
pena advertirme.
-¿Listo?
Pregunto cuando veo que Carah baja el pincel y mira el sobre
detenidamente, es una niña de solo quince años, pero es un prodigio en el
dibujo de hechizos, si puede hacer cosas como esta a los 15, me pregunto con
mas experiencia lo que lograra, gira su rostro ébano hacia mí.
-Disculpa, está listo, pero mi mano se acalambro, lo siento,
me temo que para que funcione tendrás que enviar un mensaje corto, algo sencillo.
Suspire y me incline para abrir el cajón del desordenado
escritorio, bajo la luz del sol desértico que se colaba por la ventana, observe
unas cartas del tarot.
-Vaya, en treinta años no había escuchado algo como ello,
supongo que el diploma de publicista servirá aun después del apocalipsis.
-El sobre llegara ESA noche, la gran caída…-Dijo Carah con
temor.
Chasquee la lengua, y empecé a dibujar los hechizos en las
tarjetas que escogí del cajón.
-¿Qué sabes sobre ello? -Pregunte sin verla.
Me da mucha risa como los niños de hoy en día se refieren a
la noche en que todo enloqueció, como “La gran caída” a modo de quien menciona un
hecho histórico visto en clase; cuando no fue cosa de una noche, fue un efecto
domino que acabo con el mundo que alguna vez conocíamos, si, empezó con esa
noche; pero muchas cosas se pudieron haber evitado los días que le siguieron
para cambiar el curso de la historia.
Carah me miraba escribir sobre las cartas del Tarot, y por
un momento sus brillantes ojos negros parecieron confundidos.
-¿Quién es el AS de COPAS?
-La única persona que conocí antes de “la gran caída”…-Hice
comillas en el aire, y seguí escribiendo mi mensaje mientras hablaba.- Cuyo
aroma a carbón me persiguió por años y la única que importa que encuentre.
-Ya lo noté…-Pude ver como Carah olfateaba confundida. -Esos
perfumes, ¿de dónde…?
-Hechizos de aroma, cuando tienes mi edad puedes acceder a
una biblioteca de recuerdos en tu cabeza, más extensa de lo que crees y al
final puedes poner esos recuerdos como un archivo adjunto en tus hechizos de
mensajes, en este caso un aroma que tu nunca conocerás de primera mano, porque esta
variedad de rosa esta extinta…
-Pero huele también a tierra mojada…-sonrió mientras
acercaba su nariz a la carta.-Aun así, no entiendo como esto ayudara.
Ella negó con la cabeza, sus aretes plateados se movieron
con ella en un tintineo. Tome el sobre aun abierto sobre la mesa como una flor
aplastada resignada a volverse decoración en alguna manualidad, la tinta de
ella parecía seca, así que lo voltee con cuidado y escribir un mensaje corto, sentía
su mirada atenta sobre mí, así que hable.
-Mi yo del pasado entendera este mensaje con los sentidos,
tu misma lo dijiste, no puedo depender de las palabras, y no confió en mi
inteligencia de aquella época para depender en las metáforas del tarot…
-¿Sabía leer el tarot en esa época?
-Algo así, mi madre era de las que te leen la fortuna en las
ferias y mi hermana y yo robábamos sus barajas, teníamos nuestro propio
lenguaje de niñas y… ¿qué?
Carah me miraba confundida.
-¿Qué es una feria?
Sonreí, cuando me meto en mis recuerdos, olvido que los
niños de ahora no conocen las mismas cosas que yo.
-Luego te cuento…
-Huele delicioso, ¿Qué es?
Fruncí el ceño y chasqueé la lengua.
-Perfume de fresas “Masaki Haru”, lo descontinuaron
en 2018…
Meto las cartas en el sobre, dejo que ella lo cierre con
cuidado, no puedo arriesgarme a arruinar su hechizo.
-Parece que es un mal recuerdo el que lo lleva…-Susurra,
creo que ha visto mi cara.
-Uno terrible.
Hubo una época en que ese perfume no me molestaba, la
persona que lo llevaba lo equilibraba bien y se volvió una frutilla de verano
que no podía dejar de probar; hasta que las fresas se pudrieron bajo el sol y
tanta dulzura me paro el corazón.
Era un favor de mi para mí, más valía que me fuera
acostumbrando a el olor de las fresas falsas.
Carah termino de sellar el sobre.
-Listo, ¿lo enviamos?
Respire hondo, de alguna forma los tres perfumes se colaron
en mi nariz y los rostros de tres personas se volvieron a mi mente.
Saque el aire.
-Envialo…
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